Cuando se quiere instalar un toldo para proteger la vivienda del sol es posible escoger entre varias opciones, y entre todas ellas está el toldo con cofre. Esta opción se ha convertido en una de las favoritas. Pero ¿por qué los toldos con cofre son mejores que otros? ¿Qué características y ventajas tienen?
Características de los toldos con cofre
El toldo con cofre está formado por un cajón integral cuya función es resguardar toda la estructura, lona incluida, cuando se recoge. Dispone de una estructura de aluminio y una lona de fibra tintada. Puede instalarse en terrazas, balcones, ventanas y hasta en comercios. Puede fijarse tanto en la pared como en el techo, lo que los hace bastante polivalentes.
A diferencia de otros modelos, los toldos con cofre tienen un mecanismo de autoprotección. Es decir, en su posición plegada, la lona y los brazos quedan totalmente protegidos de polvo, contaminación, sol y lluvia dentro de un cajetín o cofre metálico. Esto los hace más duraderos que otros modelos. Y gracias a este mecanismo interno del cajetín o cofre, la lona permanece siempre perfectamente tensada, evitando así arrugas y deterioros y asegurando una óptima protección contra la lluvia, el aire, la humedad y el sol. Además, como se recoge en un cofre, quedan totalmente ocultos los mecanismos de sujeción y la tela enroscada.
Ventajas de los toldos con cofre
Todos los expertos coinciden en que la principal ventaja de los toldos con cofre es su durabilidad. Como ya hemos comentado anteriormente, toda su estructura queda protegida dentro del cofre, por lo que su vida útil se alarga considerablemente. Esto hace que la inversión sea para un producto de calidad y duradero. En unas condiciones óptimas, un toldo puede tener una vida de hasta 10 años, pero los toldos con cofre pueden llegar tranquilamente hasta los 20. Obviamente, esta característica hace que muchos clientes se decanten por este modelo en vez de otros.
Otra de sus grandes ventajas está en lo estético. Cuando están cerrados son muy discretos y no afean la fachada en la que está instalado. Incluso puede personalizarse el color del cofre para que sea lo más parecido posible al de la fachada, lo que lo haría «invisible».
Este modelo de toldo puede instalarse en terrazas, ventanas, balcones y establecimientos comerciales. Además, puede fijarse tanto en pared como en techo. Todo esto lo convierte en uno de los modelos más polivalentes que existen actualmente. Además, son bastante prácticos porque tanto su apertura como cierre suele estar automatizado.
Y otra de sus ventajas es que es muy sencillo de limpiar y mantener. Al igual que otros modelos de toldo, es recomendable recogerlo cuando no se está utilizando y cuando llueva, nieve o haga mucho viento. De esta manera se alagará su vida útil. También será necesario limpiarlo, sobre todo cuando finalice el verano, o sea, mínimo una vez al año. Se puede utilizar agua y jabón neutro para limpiar la tela, las articulaciones y mecanismos.
Otros datos útiles
A los toldos con cofre se les puede añadir accesorios para optimizar sus prestaciones. Se puede motorizar para hacer más fácil la apertura y cierre, por ejemplo, o pueden instalarse sensores de viento y sol para que el toldo se recoja o abra de forma automática en función de las condiciones meteorológicas.
Los toldos con cofre suelen ser más caros que los convencionales, pero muy recomendados si no van a tener ninguna superficie por encima que los proteja. Porque, si este en el caso, un toldo convencional se deteriorará con mucha facilidad y, a la larga, saldrá más caro. Con todo esto queremos decir que siempre es mejor invertir en un producto de calidad con unas garantías de durabilidad.
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