Los toldos son elementos que aportan sombra y protección frente el sol y la lluvia, pero, además, mejoran la funcionalidad y estética de diversos espacios exteriores. Y, ¿Cómo es la estructura de los toldos? ¿De qué se componen? Estas son características que debes tener en cuenta a la hora de elegir el mejor toldo para tu terraza. En Dexterior Soluciones somos expertos en la materia y te contamos todo lo que necesitas saber sobre la estructura de los toldos.

Componentes principales de la estructura de los toldos

Los toldos se componen de elementos fundamentales que son los que garantizan su funcionalidad y durabilidad. Cuando compras un toldo, lo más importante no solo es que cumpla con su objetivo, sino que también tengan una vida útil bastante larga, siempre y cuando se le dé el mantenimiento adecuado. En este sentido, es fundamental saber cómo es la estructura de los toldos antes de hacer la compra, pues de esto depende, en gran medida que el toldo cumpla su función y que no necesites reemplazarlo en poco tiempo. Como ya mencionamos, siempre y cuando le des al toldo el mantenimiento que necesita.

La estructura de los toldos debe ser robusta

Un toldo se compone de los siguientes elementos:

  • Lona. La lona es el material que proporciona sombra y protección. Debemos destacar que la lona puede fabricarse con diversos materiales como poliéster, acrílico o PVC. La elección del material de la lona depende del uso que se le va a dar al toldo, así como de las condiciones climáticas del lugar.
  • Estructura metálica. Se trata de la estructura que sostiene la lona. La gran mayoría de las veces, este componente se fabrica de aluminio o acero, materiales que aportan resistencia y durabilidad. Como parte de la estructura metálica encontramos los brazos y el marco, que son los elementos que soportan a la lona y que son los que permiten el despliegue y recogida.
  • Brazos retráctiles. Estos elementos dependen del tipo de toldo. Por ejemplo, en los toldos retráctiles los brazos son los que permiten que la lona se extienda y repliegue. Los brazos pueden ser manuales o motorizados, algo que facilita el uso del toldo y las necesidades del usuario.
  • Sistema de anclaje. Como parte de la estructura de los toldos encontramos un sistema que es el que garantiza que el toldo esté sujeto, firmemente, a la pared o al techo y se trata del anclaje. El anclaje es crucial, pues aporta estabilidad, algo que resulta muy importante cuando hace mucho viento.
  • Motor. El motor no está presente en todos los toldos, solo en los más modernos. Este elemento es el que permite que el despliegue y recogida del toldo sea automática, utilizando un mando a distancia. El motor aporta comodidad y eficiencia al uso del toldo.

    Los tipos de toldos y sus estructuras

    Como sabes, existen distintos tipos de toldos que se adaptan a las necesidades de la terraza, el uso que se le va a dar y las condiciones climáticas del lugar. Cada toldo cuenta con una estructura que se adapta a una función específica. En este sentido, los toldos retráctiles cuentan con los brazos que son los que se pliegan y despliegan, permitiendo ajustar la cantidad de sombra, por ejemplo. La estructura de los toldos retráctiles debe ser robusta y está diseñada para facilitar el movimiento de la lona.

    En el caso de los toldos fijos, estos, como su nombre indica, no se pliegan. Al estar permanentemente extendidos, la estructura debe ser muy resistente, aunque es bastante simple. Por último, la estructura de los toldos vela y las pérgolas es muy diferente, pues estos elementos están pensados para los grandes espacios. En el caso de los toldos vela, estos requieren de diferentes puntos de anclaje para tensar la lona, mientras que las pérgolas están provistas de una estructura de soporte fija.

      ¿Por qué es tan importante la estructura de los toldos? Una estructura bien diseñada aporta grandes beneficios:

      • Protección solar. Los toldos aportan buena protección frente a los rayos UV. De esta manera, mantienen los espacios frescos y protegidos del sol, siempre y cuando la estructura sea la más adecuada.
      • Versatilidad y estética. Por su diseño (y estructura), los toldos pueden integrarse, de forma armónica, en cualquier entorno.
      • Durabilidad. Una buena estructura metálica, de alta calidad, así como el uso de lonas resistentes, garantizan que los toldos tengan una vida útil larga.