Con la llegada del invierno, el frío y las lluvias, una de las mejores alternativas para los hogares y las terrazas de los negocios de hostelería son las pérgolas y los toldos. Sin embargo, a la hora de preparar el hogar para crear un ambiente acogedor, nosotros te recomendamos la pérgola bioclimática, una solución que es útil tanto para el frío como para el calor.

¿Qué es una pérgola bioclimática?

Antes de contarte qué son las lamas de la pérgola bioclimática, es imprescindible que sepas en qué consiste este tipo de pérgola, tan famosa en los últimos años. La pérgola bioclimática se caracteriza por ser una estructura que se coloca al aire libre y que, por sus características, se adapta a las condiciones climáticas. Debido a sus particularidades, la pérgola bioclimática es muy cómoda y puede utilizarse en verano e invierno. ¡Es perfecta para la época más calurosa del año, pero también para la más fría!

Y es que la pérgola bioclimática tiene un diseño que es muy versátil y permite que se ajuste a los climas cambiantes, especialmente en lo que al viento, la lluvia y la radiación solar se refiere. Esta estructura se encarga de regular la temperatura en tu terraza, sin necesidad de que tengas que hacer obras ni una instalación que resulte compleja.

La pérgola bioclimática se acompaña de lamas orientables, algo que la hace diferente de las pérgolas más convencionales. ¿Para qué sirven las lamas? ¿Por qué son tan importantes? Estas lamas permiten cerrar el espacio exterior y proteger la zona de los rayos del sol, la lluvia e incluso, la nieve. Debes saber que no todas las pérgolas bioclimáticas disponen de lamas, algunas cuentan con paneles retráctiles.

¿Qué son y para qué sirven las lamas?

Como hemos adelantado, la pérgola bioclimática está equipada con una serie de lamas que pueden realizar inclinaciones de 0º a 135º, lo que hace que el espacio pueda aprovecharse. ¿Y por qué las lamas son tan importantes? Las lamas suelen fabricarse en aluminio y, dependiendo de la pérgola, pueden ser automáticas. Es decir, no tendrías que hacer nada, pues las lamas se mueven y adaptan a las condiciones climáticas como la lluvia y la nieve. Las pérgolas bioclimáticas que no son automáticas disponen de una manivela o de un mando a distancia, que es el que mueve las lamas.

Instalar una pérgola bioclimática trae grandes beneficios para el exterior

¿Para qué sirven exactamente las lamas? Las lamas de aluminio son las que confieren a la pérgola bioclimática sus beneficios y propiedades. Estas lamas son las que giran para permitir que entre más o menos luz. Así es posible aprovechar los rayos del sol y calentar la terraza durante las horas más cálida del día. Esta filtración de luz solar también contribuye a calentar el interior del hogar de manera natural y así ahorrar en energía. Por otra parte, cuando las lamas se voltean, también se favorece la circulación del aire, cosa que impide y previene el efecto invernadero.

Durante las lluvias, las lamas también se cierran de forma automática, cosa que mantiene la terraza protegida del agua. En este sentido, las lamas son aislantes, esto significa que impiden que el agua se filtre. Pero, además, también añaden una especie de sistema de canalización y desagüe; de esta forma, cuando las lamas se abren de nuevo, el agua no está estancada sobre la pérgola ni te cae encima.

Dependiendo de la pérgola bioclimática que escojas, hay algunas que están equipadas con iluminación LED. Esto hace que el espacio exterior de tu casa sea todavía más acogedor, incluso durante la noche.

¿Por qué instalar una pérgola bioclimática con lamas?

Ya sabes por qué son tan importantes las lamas de una pérgola bioclimática, ¿Y por qué es una buena idea instalar una de estas pérgolas en casa? Te contamos algunos de sus beneficios:

  • Protege frente a la lluvia y la nieve. Las lamas orientables, así como los sistemas de paneles retráctiles, se cierran para proteger de fenómenos como la lluvia y la nieve. Gracias a las lamas y los paneles retráctiles, las pérgolas bioclimáticas pueden utilizarse durante todo el año.
  • Aislamiento térmico. Una de las ventajas de la pérgola bioclimática es que es posible añadir radiadores, como nuestros sistemas de calefacción. De esta forma, el espacio estará siempre muy calentito durante el invierno.
  • Aprovechamiento de la luz solar. Durante el invierno, las lamas pueden ajustarse para dejar entrar la luz del sol y el calor. En consecuencia, el espacio se mantiene calentito durante el invierno y de forma natural.
  • Ventilación. Las lamas permiten una adecuada ventilación, algo que reduce las posibilidades del efecto invernadero o de un espacio viciado. También es posible prevenir la acumulación de humedad.