Si tu casa o tu negocio cuentan con un espacio exterior al que no estás sacando provecho y buscas crear nuevos ambientes que aumenten tu libertad y privacidad y a la vez permitan disfrutar de la vida al aire libre en cualquier época del año, te interesará conocer la solución para crear espacios exteriores más moderna y completa: las pérgolas bioclimáticas. Estas estructuras son la mejor forma de ampliar la superficie habitable de todo tipo de edificación, ya sea en negocios de hostelería y restauración, ya sea en el patio de nuestra propia casa, y todo ello sin necesidad de realizar obra. ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

¿Qué son las pérgolas bioclimáticas?

Las pérgolas bioclimáticas son un novedoso sistema de protección solar que no solo otorga protección frente a los fuertes vientos, las lluvias y demás condiciones meteorológicas adversas, sino que además tienen la capacidad de regular de forma natural la radiación solar que reciben y la temperatura del espacio que cubren, lo que permite gestionar y economizar la energía consumida. Este tipo de pérgolas se pueden adaptar a cualquier espacio exterior, creando las condiciones necesarias en cada momento gracias a las lamas de aluminio orientables de las que están hechas. Gracias a su sistema de montaje por módulos, las pérgolas bioclimáticas  pueden adaptarse a todo tipo de espacios, desde un pequeño cerramiento semiintegrado en la fachada hasta una estructura aislada de grandes dimensiones.

¿Cómo disfrutar de mi pérgola bioclimática durante todo el año?

La pérgolas bioclimáticas cuentan con una serie de automatizaciones que hacen que su control sea extremadamente sencillo.  Las más avanzadas tienen sensores de viento y lluvia para cerrar o abrir por completo la pérgola de forma automática según las necesidades (mantenerla completamente cerrada cuando llueve para evitar acumulaciones y abrirla cuando hay fuertes vientos para favorecer el paso de la corriente y que no se dañe la estructura).  El resto de pérgolas bioclimáticas cuentan con un mando a distancia que permite orientarlas o replegarlas en función de las necesidades.

La clave en ambos casos son lamas orientables de las que se componen este tipo de cubiertas. Gracias a ella nuestro espacio exterior cuenta con la protección de un cerramiento completo pero sin los inconvenientes que estos o los toldos pueden presentar, ya que son mucho más versátiles: en función de la cantidad de sol, la necesidad de ventilación en caso de intenso calor o de protección frente a la lluvia, nieve y viento, se pueden regular de forma automática o con mando, como ya hemos explicado.

Esto se consigue gracias al sistema de rotación de las lamas, que pueden abrirse o cerrarse totalmente con ángulos desde 0º hasta 175º.  Las aperturas más pequeñas facilitarán el cerramiento completo o la impermeabilización frente al agua pero permitiendo que el lugar respire (ideal para el invierno y el otoño), mientras que las aperturas más amplias permiten que entre toda la luz del sol e incluso el enfriamiento de la estancia acelerando la corriente de aire ascendente (solución perfecta para verano y primavera).

Pérgolas bioclimáticas

Cómo decorar las pérgolas bioclimáticas

La pérgolas bioclimáticas cuentan generalmente con diseños en líneas minimalistas, modernos y atemporales que encajan perfectamente en todos los estilos arquitectónicos y aguantan perfectamente el paso del tiempo, tanto desde un punto de estético como funcional. Para incrementar la versatilidad de los espacios que generan, estas estructuras pueden combinarse con cortinas, estores y persianas de lamas  o con paneles de vidrio templado plegables. Este tipo de elementos proporcionan una protección extra y facilitan tanto su total apertura en verano como una completa protección del frío en invierno. Además, existe la posibilidad de equiparlas con extras como iluminación led regulable, sistemas de climatización mediante nebulización de agua o calefacción por infrarrojos regulable con mando a distancia.