Las cortinas de cristal son una solución muy popular cuando se quiere cerrar total o parcialmente una terraza, un balcón o una cubierta porque te permiten disfrutar de las vistas. Sin embargo, al estar expuestas a las inclemencias del clima, con el tiempo se acumulan los restos de lluvia, polvo y suciedad y el vidrio se afea con manchas. Por ello, las cortinas de cristal necesitan un mantenimiento regular para que sean duraderas y efectivas. Dependiendo de la situación de tu terraza o edificio, quizás necesites contratar a un especialista una vez al año para limpiarlas e inspeccionarlas. Pero si no es tu caso, en este artículo te contamos cuáles son cuidados básicos para una cortina de cristal para que puedas hacerlo tú mismo.

Los cuidados básicos para una cortina de cristal que no debes pasar por alto

Limpieza de los vidrios

El primer paso en los cuidados básicos para una cortina de cristal es la limpieza. Esta supone un procedimiento sencillo que puedes llevar a cabo con dos materiales: el vinagre blanco o el jabón.

Si prefieres el jabón, diluye de 3 a 4 chorros de jabón para fregar los platos en 1 litro de agua tibia y frota a conciencia con un estropajo suave para eliminar excrementos de pájaros y otros desechos.  Enjuaga la cortina de cristal con una manguera  pequeños baldes llenos de agua tibia. Deja que se seque al aire y elimine las rayas con un paño limpio y sin pelusa.

El vinagre blanco se ha utilizado para limpiar el vidrio durante siglos. Úsalo sin diluir para el polvo y la suciedad que lleven en tu cristal mucho tiempo, o mezcla 1 taza de vinagre con 2 tazas de agua tibia para obtener una solución más suave en caso de que la suciedad sea más leve. Aplica el vinagre con un estropajo de plástico no abrasivo y enjuaga la baranda con agua tibia. Deja que la baranda se seque al aire.

Mantenimiento general

Las cortinas de vidrio se pueden mantener limpias y brillantes usando un limpiacristales de goma (como los del coche) para quitar el agua tan pronto como la lluvia termine. Esto no eximirá de la necesidad de una limpieza regular, pero ayudará al mantenimiento. También puedes recubrir el vidrio exterior con una fina capa de aceite de limón, lo que ayudará a evitar la formación de manchas de agua.

Además de la limpieza, los cuidados básicos para una cortina de cristal también requieren un mantenimiento mínimo. Examina los soportes, las guías o las bisagras (en función del modelo) una vez al mes para asegurarte de que no se desprendan ni se corroan. La mayoría de los soportes están hechos de aluminio, por lo que el óxido no es un problema, pero pueden aflojarse con el tiempo. Las cortinas de vidrio exteriores que se han colocado en una superficie de madera necesitan que se revisen sus zapatas para asegurarse de que la madera que las rodea no se pudre ni se ve comprometida por las termitas o el moho. Una inspección visual y un movimiento suave de los paneles te dirá si necesita llamar a la compañía de instalación para que realice algún tipo de reparación.

Alrededores, guías y soportes

Las cortinas de vidrio exteriores que se agrietan, astillan o rompen deben ser reparadas por profesionales, especialmente si se utilizan en el cerramiento de balcones a gran altura. Los cuidados básicos para una cortina de cristal no han de centrarse solo en el vidrio, sino que también se extienden al resto de elementos que las conforman. Ten en cuenta que el principal enemigo de este tipo de estructuras es el agua, así que asegúrate de que haya un drenaje apropiado cerca de la base. Cuando se trata de terrazas, la acumulación de agua o el daño podrían debilitar el soporte de tu cortina de cristal y hacerla insegura. También pueden crear problemas más amplios, como moho y daños estructurales.