Llega el buen tiempo y cada vez anochece más tarde. Para todos los amantes del calor son buenas noticias, pero también llegan las interminables jornadas de calor, la necesidad de ventiladores, aire acondicionado y por supuesto el uso de nuestra solución estrella por antonomasia: El Toldo. Para tener mimado al protagonista del verano, te contamos qué diferencias hay en los cuidados de un toldo con cofre o sin cofre, para que tengas el que tengas sepas como mimarlo para que aguante lo máximo posible.
Toldos sin cofre
Estos toldos son los de toda la vida, se enrollan en un eje sobre sí mismos y de esta manera permanecen recogidos cuando las inclemencias del tiempo no nos obligan a su uso. Es importante saber que esta solución de exterior es económica con respecto a los toldos con cofre, pero su vida útil es más corta que estos últimos.
Las razones son más que evidentes, los toldos sin cofre no tienen un perfil de un material resistente que los proteja del sol, la lluvia, la suciedad y la contaminación. Aunque les mantengamos cerrados, tanto el propio toldo como el mecanismo del mismo, están a la intemperie, y eso hace que se dañen con más facilidad. Sobre todo si nos encontramos en lugares con mucha diferencia de temperaturas y mucha variabilidad climatológica.
Toldos con cofre
Ya hemos hablado de ellos anteriormente en nuestro blog. Aunque su precio sea más caro que el de los toldos de toda la vida, podemos destacar que esto conlleva una vida útil mucho más larga que la de sus compañeros. Estos toldos son la versión premium de los toldos normales, debido a que cuentan con un cajetín donde mantenerlos cerrados y recogidos, protegidos de los factores meteorológicos que pudieran deteriorarlo.
Y no solo eso, si no que también protegen el mecanismo de acción de la propia solución, evitando que se oxide, se estropee o contenga algún objeto que obstruya el recorrido e impida su correcto funcionamiento. Este tipo de toldo solo se “gasta” mientras está en uso, el resto del tiempo se mantiene a salvo y como nuevo.
A pesar de las diferencias que nos ha gustado recordar, es importante saber que los toldos requieren un cuidado, por eso te contamos lo siguiente en este post
¿Qué diferencias hay entre los cuidados de un toldo con cofre o sin cofre?
Cuidado de los toldos con cofre
Empezamos por los últimos, ya que son los que menos cuidados requieren. El cofre del toldo nos permite resguardarlo de temperaturas extremas, humedad o polución, pero también hay que pegarle una mano de limpieza profunda de vez en cuando.
Lo primero que debemos hacer es mantenerlo recogido siempre que no se use, y antes y después del verano limpiarlo con una esponja o cepillo, y una mezcla de agua y jabón neutro o detergente. Será más fácil si nos ayudamos de un pulverizador grande. También es recomendable limpiar todo el mecanismo del toldo al menos una vez al año, así se podrá preservar en el mejor estado durante su larga vida útil.
Cuidado de los toldos sin cofre
Aquí ya entramos en unos cuidados más frecuentes, pues como podemos intuir, estos toldos se manchan, se ensucian, se mojan y se pudren con más facilidad. Antes de nada queremos recalcar que siempre que el toldo esté mojado, hay que esperar a que se seque para recogerlo, ya que si no le puede salir moho en el interior del mecanismo.
Por otro lado, hay que hacer una limpieza manual sencilla de forma regular, en verano una vez a la semana sería lo ideal. Se puede cepillar, o pasar un paño o incluso el aspirador si el cable nos los permite. Y si tiene manchas, hay que tratarlas cuanto antes.
Con una mezcla de agua tibia y jabón neutro o detergente, extendemos el producto por todo el toldo y nos ayudamos de un cepillo o paño de microfibra para frotar la mancha. Una vez quitada la mancha y esparcido el jabón, aclaramos el toldo preferiblemente con una manguera si tenemos, pero también se puede aclarar con un cubo.
Es recomendable limpiar el mecanismo del toldo con un paño de algodón o microfibra, para no rallar ni estropear el funcionamiento de la instalación. Y si podemos agregar un poco de vaselina o aceite para hidratar las zonas de roce o donde choque el material, sería estupendo.
Toldos con cofre o sin cofre, bien cuidados
Con estos consejos podrás mantener la vida útil de tu toldo por encima de la media, recordamos que es importante mirar el precio del producto, pero también tener en cuenta el uso que se le va a dar. A veces lo barato sale caro, pero si cuidamos nuestras instalaciones como es debido, la calidad del producto y su vida se verán afectados positivamente.
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