Contar con un balcón, jardín o terraza en tu domicilio puede considerarse casi un lujo, ya que te permite disfrutar del aire libre y la luz del sol sin tener que salir de casa. Sin embargo, no siempre es fácil disfrutar de estas ventajas que nos proporciona nuestro hogar: el sol, la lluvia, el viento, la suciedad de la calle o las miradas de los vecinos pueden ser factores determinantes que provoque que no usemos esta parte de nuestra casa tanto como deberíamos. Para poder hacerlo, la mejor solución es instalar un toldo lateral con el que poder ganar privacidad, protegerte de las inclemencias del tiempo y alejar a los curiosos. ¿No sabes en qué consisten? En este artículo te explicamos cómo son los toldos laterales y por qué deberías tener uno.
¿Qué es un toldo lateral?
Un toldo lateral, como su propio nombre indica, es aquel que no parte en horizontal y hacia el frente desde un balcón, ventana, terraza o pérgola hacia el frente, sino que consiste en una pantalla vertical que se coloca a uno o ambos lados de éstos, o en los laterales de un porche o jardín con alguna parte techada. Su objetivo es evitar la entrada de luz o miradas indiscretas a tu patio o terraza por esas zonas que el toldo o el techo no pueden cubrir desde arriba. En función de la orientación y configuración de la casa, será conveniente instalarlo solo a un lado o a ambos. También pueden instalarse solos, sin parte superior y a modo de biombo, para separar espacios.
Dado que el toldo lateral actúa como separador de espacios, también es muy utilizado en hostelería, en aquellos bares y restaurantes que quieren proporcionar privacidad y protección frente a las inclemencias del tiempo a sus clientes, pero que no pueden o no quieren instalar un cerramiento completo.
Cómo funciona
El funcionamiento de este tipo de toldo es sencillo: consiste, simplemente, en una tela enrollable que se extiende y recoge de forma lateral, sujeta a un poste que puede fijarse tanto a una pared como al propio suelo, y que en la mayoría de los casos contará con un cajón en el que guardar la tela enrollada cuando el toldo está recogido.
La recogida y extensión puede accionarse por distintos mecanismos: existen los toldos laterales mecanizados, en los que habría únicamente que pulsar un botón para dar lugar al proceso, y los manuales, que funcionan mediante un sistema de muelle y resorte que se acciona, sencillamente, tirando del mango y engachándolo al poste contrario.
Además, en el caso de los toldos horizontales fijos en los que la estructura superior no se mueve, también existe un sistema algo más antiguo en el que se pueden instalar unas guías en los laterales en las que enganchar el toldo lateral, y extenderlo y recogerlo manualmente corriéndolo como una cortina, y atando las esquinas para dejarlo fijo.
¿Por qué instalar un toldo lateral?
Los toldos laterales son muy fáciles de usar, tanto si son de los que se extienden manualmente mediante un tirador de altura regulable, como si se trata de uno de los modelos mecanizados más avanzados. En ambos casos, puedes abrirlo o cerrarlo en cualquier momento a voluntad, bien para disfrutar de la amplitud de tu jardín o patio, bien para ganar un poco de privacidad frente a miradas indiscretas. Pero, además de su facilidad de uso, cuentan con otras ventajas:
- Proporcionan sombra y protege a tus muebles y plantas de las altas temperaturas del verano
- Mantienen tu patio fresco
- Te protegen de las radiaciones nocivas de los rayos ultravioleta
- Te permite gozar de la intimidad de tu casa en libertad
- Crear una pantalla protectora que aleja bichos y otros insectos
- Otorgan a tu patio o terraza un aspecto moderno y elegante
- Protege del viento
- Separa espacios
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