El suelo es uno de los elementos más importantes en los que hay que pensar a la hora de instalar un cerramiento o plantear un espacio exterior como jardín, porche, o terraza. Es primordial que el suelo en tu terraza sea resistente tanto a las altas como a las bajas temperaturas, y que el material no sufra por la lluvia, la nieve o la incidencia de la luz del sol.  Además, también hace falta tener en cuenta que el tipo de suelo que escojamos nos permita crear un espacio acogedor, ya que las terrazas y los cerramientos suelen ser lugares donde reunirnos con los invitados, especialmente en verano. En Dexterior Soluciones puedes escoger entre distintos tipos de suelo en función de tus necesidades.

Materiales para el suelo en tu terraza o cerramiento

Suelos de madera

Terraza de madera natural

La madera es probablemente la primera de las opciones que te puedes estar planteando a la hora de poner suelo en tu terraza, ya que una de las soluciones más populares y queda muy bien. Entre sus principales ventajas se encuentra el hecho de que es una opción muy versátil -porque al existir tantos tipos de madera es fácil encontrar una que vaya con el estilo de tu casa- y también muy estética, ya que el acabado en madera es de una gran belleza. Sin embargo, la madera también cuenta con algunos inconvenientes. A pesar de que es un material bastante resistente, en general es más delicada que otros materiales y requiere un mantenimiento más continuado, especialmente si se trata de madera natural.

Suelos sintéticos

Suelos sintéticos

Madera sintética

La madera sintética le da el mismo acabado elegante, cálido y natural a las zonas exteriores que la madera normal, pero tiene la ventaja de que es más resistente y duradera gracias a su composición de polímeros de última generación. Resiste todo tipo de inclemencias climatológicas, y no requiere barnices, pinturas ni aceites para su cuidado. No pierde color por el reflejo del sol con el paso del tiempo y  tampoco se agrieta ni se astilla, por lo que es perfecta para que los niños puedan disfrutar del suelo en tu terraza sin riesgo de sufrir heridas o rasguños.

Composite

El composite es una resina sintética muy resistente que se ha popularizado como sustituto de la madera sintética debido a la facilidad para su colocación, al nulo mantenimiento que requiere y, sobre todo, a su precio. La principal desventaja respecto de la madera sintética es que el acabado y la calidad son inferiores.

PVC

Las baldosas de PVC con sistema de click son otra de las opciones disponibles para pavimentar el suelo en tu terraza. Su coste es reducido, así como el tiempo de instalación, y puede desmontarse cómodamente sin esfuerzo. Por otra parte, el PVC es un material resistente que aguanta tanto el calor como la lluvia y el frío.

Suelos de piedra natural

Suelo de piedra natural para terraza

La piedra natural es uno de los materiales más resistentes a las inclemencias del tiempo y al desgaste natural, y además tiene la ventaja de que siempre combina con la pared, sea cual sea el color del que esté pintada.  Además, este tipo de suelos no requieren mucho mantenimiento y son muy fáciles de limpiar. Dependiendo de la zona donde vivas, puedes elegir el tipo de piedra que sea mejor para ese clima: pizarra, granito, piedra caliza, etc.

Suelos de cerámica

Debido a su resistencia a los cambios de temperatura y a su fácil mantenimiento y limpieza, la cerámica es una de las opciones más utilizadas en los suelos exteriores. Hay varios tipos:

Suelo de barro

Barro

El barro es la solución ideal para añadir un toque rural al suelo en tu terraza, pero exige bastantes cuidados ya que se mancha con mucha facilidad. Se utiliza mucho en casas de campo.

Gres

Es una opción versátil y económica perfecta para quienes quieren cuidarse el bolsillo sin renunciar al estilo. Cuentan con una gran variedad de colores y diseños y resisten las inclemencias climatológicas gracias a su elaboración con materiales duros y consistentes.

Gres porcelánico

Este tipo de suelo es muy fácil de colocar, y por su dureza cuenta con una alta resistencia al rayado y a las temperaturas extremas tanto en verano como en invierno. Su calidad es superior a la del gres normal y puede adquirirse en diferentes formas, colores y texturas, pero es un poco más caro.